Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

Clásico / Derby

Imagen
  El clásico     La fecha se les ha borrado hasta a los más memoriosos. Pero es seguro que no había empezado la Segunda Guerra Mundial y que faltaba más de una década para que alguien oyera hablar por primera vez de un tal coronel Perón cuando allá en mi pueblo el farmacéutico Amílcar Mazza sentenció: “El clásico se va a jugar de nuevo cuando el hombre llegue a la Luna”.       Don Amílcar presidía el club Firmat y se enrolaba en la línea principista que había decidido que aquella vergonzante gresca ocurrida durante un partido contra los de Argentino justificaba un  apartheid  futbolístico. No estaban dadas las condiciones para que personas que se veían varias veces al día, que trabajaban juntas en la fábrica o que habían compartido la escuela pudieran controlarse detrás de una alambrada si veintidós jóvenes salían al campo con camisetas de distintos colores. No había que jugar con fuego. Los equipos de básquet, de paleta y hasta las divisiones inferiores del mismísimo fútbol de ambos c

Cuatro días en la Reina del Plata

Imagen
La doctora Manfredi dice que mi tratamiento marcha bastante bien, pero que a la medicación hay que ayudarla con hábitos saludables. Opina que debo cambiar mi tendencia a recluirme y a trabajar todo el tiempo (y que debo moderar ciertos apetitos desordenados que, por pudor, dejo para otro informe). Dice que esa costumbre que tengo de no aceptar ninguna invitación social es negativa para mi situación anímica, todavía algo inestable, y que no debo abandonar a los amigos porque son una fuente de bienestar. Algo dijo sobre el Síndrome del Lobo Estepario. De reojo pude ver lo que anotaba en mi historia clínica: “bicho canasto”. Conmigo la doctora viene acertando desde el momento mismo en que empezó a atenderme dos veces por semana por ciertos rasgos de mi personalidad que mi familia decía que eran algo obsesivos, hace exactamente catorce años, seis meses, dieciocho días y cuatro horas. Así que en noviembre de 2012 puse manos a la obra, mandé el traje a la tintorería y me dispuse a seguir s