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Mostrando entradas de octubre, 2023

Hay un demandado en el baño

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            Leo en un diario italiano “un tribunal ordena a dos cuarentones dejar de vivir en la casa de la madre”.           Uno podría quedarse en el título pintoresco de la noticia. Imaginarla como argumento de una comedia con el colosal Alberto Sordi o, ahora, con Checco Zalone, aquel que en Quo vado hacía cualquier cosa para aferrarse a un posto fisso  tan estrafalario como inútil en la administración pública.           También podría uno ponerse un poquito más serio y pensar en la triste realidad de lo que los italianos llaman mammone , un adulto que por la dificultad de encontrar un trabajo y el costo de la vivienda no tiene más remedio que vivir con sus padres. Bueno, no tiene más remedio a veces.           No he visto la sentencia, solamente la crónica de los periodistas, que por lo general leen poco y entienden menos de asuntos jurídicos. Pero no parece que en este caso el tribunal necesitara echar mano de ninguna doctrina muy sesuda: hay una obligación de ayudar a ciertos p

Buenas noticias que sirven para llorar

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                      En algún lugar debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones. Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural.  Julio Cortázar, Un tal Lucas            Nada hay más beneficioso que la partida de una traidora, o que el descubrimiento de que ese al que creíamos amigo en realidad es una porquería humana. A veces la vida economiza y los dos episodios son uno: el que creíamos amigo se va con la traidora.            La revelación de la verdad parece un negocio bastante más conveniente que la prolongación del engaño. Uno debería brindar la mismísima noche en que ha descubierto que vivía con la ingrata, o que dedicó años a aliviar los padecimientos de un farsante. Sin embargo, hacemos de estas bendiciones una tragedia incomprensible.             La Pampa y el Trópico no tratan el asunto de la misma manera. En el tango, la “mina” siempre se ha ido con otro; en el bolero, en camb