¿Habla usted docenteliche?

 





Si alguien conoce el secreto / supongo que me dirá

por qué donde falta el pan / siempre sobran los decretos.

(Alfredo Zitarrosa)


¿Por qué el señor de Toyota no logra fichar empleados que tengan el secundario y además entiendan un diario?

Como no hay efecto sin causa, a lo mejor hay que mirar la resolución del Consejo Federal de Educación 397/2021 (sí, el organismo dictó casi cuatrocientas resoluciones en medio año, con los resultados que están a la vista).

Esa gente resolvió algo que, parece, significa que pasarán de año los estudiantes que alcancen el 40% de los objetivos y que además con medir eso en agosto es suficiente. Digo “parece” porque es muy difícil entender la jerigonza en que intenta expresarse, un verdadero cocoliche docente (*) cuya oscuridad les costaría igualar hasta a los jueces, personas que escriben (me refiero a los jueces) con un diccionario de sinónimos a mano para encontrar siempre la palabra más oscura y que no se sepa qué resolvieron. Une palabras de una manera extraña, como si quisiera escribir en español.

A lo mejor los que tienen que cumplir todo eso lo entienden y el problema de comprensión lo tengo yo; puede ser. Enseñan los abogados que para interpretar las normas hay que conocer su finalidad. Dice el Consejo Federal de Educación que se propone:

·       “Establecer criterios (…) para un cierre conceptual y estratégico del período en curso”.

·       “Consolidar la perspectiva ciclada en la organización de las trayectorias, los saberes y la enseñanza”.

·       “Sostener la enseñanza en unidades pedagógicas que promuevan la superación de la anualización de la gradualidad de manera articulada y progresiva mediante agrupamientos flexibles, heterogéneos dentro de un ciclo, a efectos de garantizar una acción pedagógica efectiva sobre las trayectorias reales de las y los estudiantes”.

·       “Propiciar espacios sistemáticos de acompañamiento pedagógico-didácticos y de asesoramiento a la conducción pedagógica institucional, asistiendo a los diferentes roles para la planificación de las estrategias de intensificación”.

·       “Promover actividades que propicien el abordaje de dimensiones socioafectivas con vistas a la inserción en la escuela primaria”.

Pero, atención, “la planificación de estos agrupamientos areales puede adoptar formatos intra o interinstitucionales, según defina cada jurisdicción”.

Bueno, eso.

Otra cosa: para pasar del primer al segundo ciclo de la educación primaria el alumno debe “acreditar en forma fehaciente su alfabetización inicial”, que supongo querrá decir que un pibe de ocho años tiene que saber leer y escribir. Es que lo espera Toyota. O no, vaya uno a saber.



(*) En Argentina llamamos cocoliche a la manera de hablar de los inmigrantes que mezclaban con el español expresiones en dialectos italianos. Se supone que la denominación proviene de un personaje del teatro criollo de José Podestá, inspirado a su vez en un empleado calabrés de su compañía llamado Antonio Cuccoliccio. También llamamos cocoliche a la forma estrafalaria en que los argentinos que viajan a Italia intentan comunicarse, por ejemplo cuando en lugar de prosciutto piden camone.

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