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Alta dirección vs. micromanagement

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               Para enseñar que la mayoría de los proyectos no fracasa por la estrategia, sino por la ejecución (el PowerPoin t generalmente está bien), todo el mundo echa mano de una frase que atribuye a Peter Drucker: “la ejecución se come a la estrategia para el desayuno”. La mismísima Fundación Drucker se cansó de explicar que la cita es apócrifa. Pero ya era tarde. Su adjudicación al profesor austríaco se había impuesto, como todo lo que es a la vez falso y útil. Al final de cuentas, tampoco Conan Doyle hizo decir a Sherlock Holmes “elemental, mi querido Watson”, cuando Garganta Profunda salió del anonimato lo primero que hizo fue aclarar que él jamás había aconsejado “sigan al dinero” y en la tumba de Groucho Marx no se lee “perdone que no me ponga de pie”. Es que hay embustes muy sabios, como la expresión “ladran, Sancho”, que tampoco parece haber salido de la boca de Alonso Quijano, el más genial de los impostores. Al fin y al cabo, l...

Tradizione, ma non troppa

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          En la región emiliana de Piacenza, querida tierra de mis abuelos paternos, tienen una gastronomía exquisita. Y para premiar a quien mejor elabore alguno de los platos que integran la tradición local organizan el concurso Süppéra d’Argint (algo así como “sopera de metal” en el dialecto del lugar). Este año, el presidente del comité organizador declaró “hemos modificado el reglamento para garantizar la paridad de género, y ahora tenemos el placer de contar con el cincuenta por ciento de participantes mujeres”.           Ha llegado al certamen de Piacenza la affirmative action inventada por los norteamericanos luego de su Ley de Derechos Civiles de principios de la década de los años sesenta del siglo pasado (lo que los norteamericanos adoptan en quince días se difunde entre los europeos un poco más tarde; entre algunos, nunca, como bien saben los que venden secarropas en Nápoles).         ...

Economía según Oscar Wilde

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          Mucha gente ve a los bienes materiales como una torta fija, de la cual si uno come un pedazo más grande el otro llevará inexorablemente uno más pequeño. Suponen que es algo que “ya está” y que alguien mantiene guardado como lo hacía el tío rico del pato Donald, aquel que se la pasaba mirando las bolsas llenas de oro (los ricos que yo conozco lo usan para otras cosas). La gente que piensa de ese modo sostiene,  de manera equivocada pero coherente, que la solución para combatir a la pobreza es repartir esos bienes del modo que un gobernante considere más “justo”.            En cambio, otros suponen que el único remedio probado contra la pobreza es la riqueza, a la que antes de distribuir hay que crear, no una vez sino todo el tiempo. Entienden que la riqueza no es un stock , sino un flujo permanente de estímulos para que las personas no dejen de producir. Recuerdan que ninguna familia se ha mantenido prós...

Linkedin, segundo tiempo (por ahora van “Paja 3 - Trigo 1”)

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Queridos colegas abogados: Entiendo la necesidad de las personas de promocionarse. Pero hice un muestreo y en una abrumadora mayoría de las publicaciones de Linkedin encontré menciones de ustedes por ustedes mismos bastante frívolas y, me permito opinar, a veces un poquitín narcisistas. No venían acompañadas de una idea, de una propuesta, ni siquiera de alguna recomendación de lo que otro pudo haber publicado o grabado. No, la mera noticia de la participación de ustedes en una mesa redonda no me aporta nada, sobre todo si no me indican qué idea deslizaron ese día. Que los hayan invitado a dar una conferencia en algún lado para mí equivale al “yendo al gimnasio” o al “buen martes” de los usuarios de redes sociales. Y que participen de una convención de la institución que sea que los haya admitido a cambio del pago de una cuota es, para mí, como ir a la del club de bochas o a la del programa de millas de una línea aérea. Nadie anuncia “tuve el honor de participar de una cata de  Bru...

Beneficios del yogur para la humanidad

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                    Para encontrarle a ese joven de la familia alguna ocupación útil, acaso preocupados por lo excesivamente entretenido que él estaba con las mujeres, el tenis y la literatura (en ese orden de importancia), los dueños de le empresa La Martona de Vicente Casares SA  encomendaron a Adolfo Bioy Casares y a su amigo Jorge Luis Borges la producción de un folleto publicitario para su leche cuajada, que parece que no era exactamente lo que hoy entendemos por yogur, pero se le parecía bastante.           Los improvisados publicistas no tenían siquiera una neblinosa idea sobre la industria láctea, pero pusieron manos a la obra. Les gustaba escribir, no importaba sobre qué. Llenaron el folleto, que titularon osadamente "estudio dietético", de conclusiones de científicos prominentes sobre los beneficios de la leche cuajada para la salud humana, con la esperanza de persuadir a las amas de...

Tratado de Sociología, Tomo XXIX, Capítulo 32, "Uruguay"

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            Después de unos cuantos años volveré a visitar la República Oriental del Uruguay. Eso no es ninguna proeza: el país en cuestión queda casi enfrente de mi casa, no bien uno cruza eso que Juan Díaz de Solís llamó “Mar Dulce” de tan grande que lo vio.           Lo visitaré en unos días con motivo de mis treinta y cinco años ininterrumpidos de matrimonio (todos con la misma persona). Un contrato de semejante duración debería ser contrario al orden público, como pasa con las locaciones, pero el mío continúa vigente. Me indicaron que eso debía ser motivo de festejo o, por lo menos, que había que evocar esa historia de vida compartida, y que el Uruguay es un sitio, además de bonito, apropiado para los ejercicios melancólicos (alguien me contó que las computadoras que hacen allí no vienen con memoria, sino con nostalgia).           No necesito fingir simpatía por ese país, porque la tengo....

Los juicios por corrupción y la "magistra vitae"

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Giovanni Falcone y Paolo Borsellino                     Parece que el finado Cicerón era un eficiente orador, algo más que un buen charlatán. Como abogado era algo marrullero y fabulador (podía haber en esta época uno así). Un excliente, cuando leyó un alegato que Cicerón decía haber hecho en su juicio y que publicó en uno de sus libros de autopromoción (en la Roma de la República podía ocurrir que un abogado anduviera por “los medios” para alimentar su negocio, por suerte eso ahora no pasa), le dijo “qué bueno habría sido que de verdad hubieras dicho eso delante del tribunal”. Como los abogados tenían prohibido cobrar honorarios, él simulaba que sus clientes le daban préstamos que jamás devolvió y con eso se hizo obscenamente rico. No tenía un palacio, sino varios.            Pero Cicerón inmortalizó aquello de que “la Historia es la maestra de la vida”.         ...